martes, 17 de enero de 2017

The problem of the objectiveness


     Somehow, when we talk about science we all think about an objective knowledge, an impartial knowledge that can’t be doubted. However, as we have seen, all the different sciences have changed its theories and, as Popper said, a theory is never completely proved.
     Besides the theoretical problems about the truth in science, there are other many factors that can question this supposed objectivity. As the British Steve Wolgar says. Science, like any other human activity is influenced by historical, social or political circumstances and, what’s more, by the other institutions of the society.  As the scientific research is more and more expensive every day, it depends on private or public investments. So, the government interests or the financial ones can influence it.
     On the other hand, at present, science is closely related to technology. This one takes profit of the scientific progress; but, at the same time, helps science to progress. However, technology is only a practical tool. It gives us the best way to get certain objectives; but it can´t say which of these objectives is desirable or not. That’s way The Frankfurt School suggested the use of rationality able to answer to these new challenges: ethical challenges, environmental challenges and social ones. All the discussions about our responsibility generated the expression Think Global, Act Local”, which urges people to consider the health of the entire planet and to take action in their own communities and cities.  


Exercises:
What do you think does this sentence mean?

How can we help to get a better world? Mention two local actions in each of these areas: sustainable environment, privacity and social justice


     Y ahora en español:
     Lee el siguiente texto y responde a las preguntas que se formulan
     La mayoría de los estudios científicos se financian porque alguien cree que puede ayudar a alcanzar algún objetivo político, económico o religioso. Por ejemplo, en el s. XVI, reyes y banqueros dedicaron enormes recursos para financiar expediciones geográficas alrededor del mundo y ni un solo penique para estudiar la psicología infantil. Esto se debe a que reyes y banqueros suponían que el descubrimiento de un nuevo conocimiento geográfico les permitiría conquistar nuevas tierras establecer imperios comerciales, mientras que no podían ver beneficios en comprender la psicología infantil.
     En la década de 1940, los gobiernos de los Estados Unidos de América y de la Unión Soviética destinaron enormes recursos al estudio de la física nuclear y no a la arqueología subacuática. Supusieron que estudiar la física nuclear les permitiría desarrollar armas nucleares, mientras que era improbable que la arqueología subacuática les ayudara a ganar guerras. Los propios científicos no siempre son conscientes de los intereses políticos, económicos y religiosos que controlan el flujo de de dinero; muchos científicos, de hecho, actúan por pura curiosidad intelectual. Sin embargo, solo rara vez son los científicos los que dictan el programa científico. 
     Aun en el caso de que quisiéramos financiar ciencia pura, no afectada por intereses políticos, económicos o religiosos, probablemente sería imposible. Después de todo nuestros recursos son limitados. Si se pide a un congresista que dedique un millón de dólares adicional a la fundación nacional para la ciencia para la investigación básica, preguntará, justificadamente, si ese dinero no se emplearía mejor en financiar la formación del profesorado o en proporcionar una exención de impuestos a una fábrica en apuros en su distrito. Para distribuir recursos limitados hemos de dar respuesta a preguntas como "¿Qué es más importante" y "¿Qué es bueno?" Y estas no son preguntas científicas. La ciencia puede explicar lo que existe en el mundo, cómo funcionan las cosas y lo que puede haber en el futuro. Por definición, no tiene pretensiones de saber lo que debería haber en el futuro. Sólo las religiones y las ideologías intentan dar respuesta a estas preguntas. 
                 (Yuval Noah Harari Sapiens, de animales a dioses)

1. ¿Por qué dice el autor que los científicos no suelen dictar el programa científico?
2. Busca algún ejemplo que corrobore esta afirmación 
3. ¿Quién según tu opinión debe seleccionar lo que debe investigarse o no?
4. ¿Conforme a qué criterios?
5. Imagina que fueras un político importante y hubieras de decidir en qué programas científicos gastarías tres millones de euros. ¿Cuáles elegirías y cómo distribuirías esa cantidad?